Un hombre que estaba ensimismado mientras bebía una cerveza en el bar, le dijo a su amigo:
— Te lo digo en serio, Mulligan, no sé qué voy a hacer con mi mujer.
— ¿Qué es lo que pasa?
— Lo mismo de siempre: dinero. Siempre está pidiendo dinero. El jueves pasado quería diez dólares, ayer ya volvía a pedir veinte, y esta mañana ¡quería cincuenta!
— ¿Y qué demonios hace con el dinero? —preguntó el amigo.
— No hay manera de saberlo. Nunca le doy ni un céntimo.
(Copiado de un libro de Osho)